Dicen que el cuerpo, el alma y los sentidos llegan a acostumbrarse a las cosas. Puede que si lo hagamos, pero en otras no. Por suerte en el transporte urbano aún no se deja de escuchar canciones como: el corazoncito es mio, mio, mio; que si te prendo candela tu reboloteas, en fin...
No es que yo me crea el mejor crítico musical y de arte contemporáneo, pero si se distinguir entre aquellas canciones que son verdaderas melodías; pienso que poco a poco la onda del regueton (como se escriba no me interesa) va desapareciendo poco a poco. Como dicen por ahí espero vengan tiempos nuevos.
Alejándome una vez más de la crítica, les dejo acá con unos vídeos que hacen referencia a todo lo que mi boca, mi mente y mi espíritu quiere evocar, con ustedes:
Les recomiendo ver la secuencia de todos los vídeos. Una realidad que no tiene limites.
Hechicero10