HECHICERO10

Experiencias, vivencias, creencias, fotografía, piceladas financieras.

Les prometí que volvería y eh aquí. No quiero olvidarme nunca de mi blog y peor de mis lectores, ya que es por ustedes por quien este blog crece cada día.

Este post tiene por objeto sacar a relucir una vez más ese tipo de pendejadas que se hacía cuando todavía era un mocoso. Y la historia comienza más o menos así:

Faltando ya escasamente un día para llegar a la tan ansiada incorporación de bachilleres y como por ahí dicen en la puerta del horno se quema el pan, el mío casi se chamusca y queda inservible.

Estábamos reunidos una típica tarde bielera con los panas con los cuales siempre habíamos hecho amistad. Como se darán cuenta hasta esta parte todo era felicidad y alegría, la tarde siguió su rumbo sin mayor contratiempo que las llamadas de mi madres a decir que nos portásemos bien que estábamos a un escaso día de salir invictos de ese colegio. Pero como íbamos hacerlo si estábamos felices de acabar con esa vida de dolor, sufrimiento y pesadez.

Ya bien entrada la tarde teníamos que encontrarnos con unas locas que al igual que nosotros estaban a un paso de culminar su carrera, así lo hicimos. Pasamos casi toda la tarde hueveando y hueveando. Pero la entrada la noche y ya todos un poco alterados pedíamos más velocidad al conductor del ya conocido vehículo y medio de transporte de muchos amigos y amigas, LA KOMBI. Pues claro se trataba de un auto que no poseía mayor estabilidad y pero aún velocidad, pero el conductor siempre se las ingeniaba para que rodásemos por la ciudad a toda la velocidad que daba el automotor.

Recuerdo claramente que rodábamos por la ciudadela donde actualmente se ubica la Universidad en la que ahora estudio, no andaba ese carro, volábamos nos faltaban solo alas. Y segundo antes de que sucediera lo pero divisamos un PAI.

Entonces a gran velocidad cruzamos la primera entrada y salimos invictos, pero para la segunda entrada lamentablemente el auto se viro y nos volcamos todos, había vidrios por aquí y vidrios por allá. Una vez que pude mirar me di cuenta de que me encontraba en perfectas condiciones y no había sufrido daño alguno, entonces decidí salir de automotor por el parabrisas, pues este se había desprendido.

Buscaba a los demás pero ya era demasiado tarde, la gente comenzó a aglomerarse y rápidamente pudieron salir mis amigos. Estábamos bien aparentemente, no sentíamos dolencia alguna. Pero al regresar la mirada las locas eran quienes se habían llevado la peor parte, hasta esta parte la policía se altero y estaba en busca de los culpables, entonces como estaba tan cerca de mi casa decidimos huir y refugiarnos en mi domicilio. Sentía mucho por las locas, estaban con brazos rotos y sangre a lo bestia, pero estaba en juego mi libertad. Pero como por ahí dirian ya estaba muerto.

Luego nos enteramos que las locas nunca nos delataron con la policía, y peor aún se pronunciaron en el colegio donde estudiábamos. Como era de esperarse ellas seguían llevando la pero parte, no habían podido dar el último examen y por tanto serian suspendidas hasta nueva orden.

Cuando llegamos al colegio, pensábamos que nadie más que nosotros lo sabría per no era así tan solo lo sabía rey mundo y todo el mundo, más los inspectores y autoridades de mi querido colegio, simplemente nuestra vida estaba acabada y nuestros padres ni sabían el lio que habíamos armado.

Pero como se llegaron a enterar los inspectores era la respuesta más fácil, en el carro había cuadernos y deberes por doquier anunciando el nombre de varios de los ocupantes, fue fácil dar con el paradero. Pero respecto de esto a nivel de colegio no se hiso mayor problema, no graduamos como el común de los mortales y seguimos nuestro camino. Claro con la debida llamada de atención de inspector pero nada más, no querían buscarse problemas. Durante casi seis años ya nos habían soportado suficiente.

Solamente fue el padre y dueño del amigo dueño del vehículo quien estaba protegido por un abogado por si las moscas, lo demás andábamos tranquilos. Claro que en la calle o donde fuéramos siempre nos veían como unos héroes o través unos cobardes, era lo de menos estábamos fuera del colegio y era una nueva vida.

Por parte de mi madre tan solo llego a enterarse de lo que había pasado casi un año y medio después de lo sucedido…

La anécdota, siempre huye cuando haya problemas y mira a los toros de lejos.

2 comentarios:

DJ Ramiro dijo...

Guambrito! Pero casi te has matado! Espero te haya quedado de experiencia y no vuelvas a repetir una irresponsabilidad como esa! La vida es bella y no vale desperdiciarla, sobre todo a tu edad. No todos tienen la suerte de sufrir algo así contarlo después!

mauflagrum dijo...

el día antes de graduarme, un pana se le sacó el carro a la vieja a escondidas, y me vino a ver a mi casa en la madrugada, nos pusimos a chupar, y me devolví como fresca lechuga a las seis en punto para vestirme para la incorporación...

como no me pasó nada, sigo siendo un bestia y tal vez merezca una muerte dolorosa y lenta, pero como dice Jorge Martínez (de los verdaderos ILEGALES)

"Saber vivir, es ir hacia la muerte, alegre y despreocupado, como si fueses a la muerte de otro"

saludos